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miércoles, 11 de septiembre de 2013

Jarabe de maíz, ese gran desconocido

O el porqué de la obesidad americana


Leer los ingredientes de los productos que quiero consumir del supermercado no es algo que haga porque me encuentre en uno de los países con la mayor tasa de obesidad del mundo (no sé cómo va el ránking) es algo que llevo varios años haciendo porque ya tomé conciencia de que cuerpo sólo hay uno y me tiene que durar mucho tiempo...



Continúo con mis rituales de observación en el súper del pueblo bajo los ojos de las dependientas que no sé qué pensarán que estoy haciendo pero me importa más bien poco, al reparar en que la mayoría de los productos contienen una cosa llamada CORN SYRUP (contienen muchísimas más cosas pero esta es la única que se repite en los más variados "alimentos" dulces, salados, salsas de cocina, comida pre-cocinada, pan*, cereales... menos mal que no lo llevan los champús, pero alguno habrá...)  Siendo, curiosamente, el tipo de alimentos que mi no-religión no me permite consumir por amor a mi organismo. Bastante me la colarán en cafeterías y comedores como para encima patrocinarme yo misma semejante aberración alimentaria teniendo una madre nutricionista. (Saludos a Nutrición, apodo de mis amigas a mi madre, la mejor del mundo ¡por supuesto!)




Por lo que he podido informarme, este edulcorante ARTIFICIAL creado a partir del almidón del maíz por un proceso que descubrieron investigadores japoneses allá por  1970 con el objetivo de independizarse de la utilización del azúcar de caña o la sacarosa que tenían que importar de otros países. 


Dedicado a los boticarios bilingües, para que luego me expliquen eso de las enzimas...

El uso de este jarabe (que yo llamaría cosa, pero me parece poco profesional) se extendió en Estados Unidos en los años 80 y hasta el día de hoy sigue siendo el ingrediente estrella para endulzar TODO.
En la Coca-cola...


En las galletas para peques...


En un bote de cosa amarilla...


En los crispis...

El quid de la cuestión es que este gracioso jarabe es el principal causante de la obesidad que gobierna en este país, donde el año pasado se estimó el consumo medio de jarabe de maíz en 28,4kg por persona al año, siendo la mayor parte de estos casi 25 kilos procedente de las bebidas. Así es, la Coca-cola y demás refrescos tienen de esto pero sólo en Estados Unidos ya que en el resto del mundo, a parte de tener conciencia alimentaria (aunque he de decir que mis últimas impresiones es que se está perdiendo un poco...) tenemos otro tipo de edulcorantes naturales.

¿Y qué hace en nuestro cuerpo el jarabe de maíz? Pues a parte de mucha pupa estomacal a los que no estamos acostumbrados, hace que suba la presión sanguínea pudiendo provocar hipertensión, incrementa el riesgo de padecer diabetes tipo 2, daña al hígado (tener que sintetizar esta mole...), ayuda a acumular kilos y daña al cerebro por contener mercurio (esto último no me queda muy claro...)


Lo que está claro es que aquí son conscientes de los daños que el uso de este edulcorante causa a la población, pero ¿por qué no lo retiran del mercado? Bueno, eso ya... no me compete.

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