Bombero como despertador

Para romper con la costumbre que mi cerebro lucha por conservar de despertarme a altas horas de la madrugada, no tanto por los gritos de estudiantes intoxicados por el alcohol si no por que hace 10 días estaba todavía en territorio Europeo, ayer conseguí conciliar el sueño a una hora decente y todavía a las 7.43 am dormía plácidamente cuando una voz masculina ha invadido mis sueños comunicándome gentilmente "Disculpe señorita, hay un incendio"

Por supuesto la alarma de incendios estaba sonando a todo trapo pero yo soy ese tipo de personas que no duermo mucho y cuando lo hago lo hago con ganas, así que hasta que el gentil operario municipal ha interrumpido mis sueños, no me he enterado DE NADA.
F*ck yeah

He saltado de la cama con la energía que me caracteriza, ataviada con una camiseta morada y unos pantalones de blancos con un exclusivo estampado de corazones morados y alguna que otra legaña impidiéndome ver la realidad, he salido todo lo rápido que he podido del apartamento, a lo que, viendo la parsimonia del bombero, he vuelto a entrar descubriéndole
despertando a mi compañera (que duerme con tapones para no escuchar el griterío de los estudiantes alcoholizados) con una paz que me estaba dejando un poco atónita, así que he cogido algo para calzarme, una manta, una botella de agua y las llaves de casa...

Los vecinos que vivimos en el edificio, que para nuestra sorpresa hemos resultado ser los 6 profesores adjuntos extranjeros, nos hemos reunido a cuentagotas (y eso que somos 6) en la puerta del cine, tan desconcertados como somnolientos haciéndonos sucesivas preguntas según nuestros cerebros iban entrando en funcionamiento...

Por supuesto.. ¿dónde está el fuego? ah... pues... ahí están los bomberos, dos coches gigantes con las sirenas a todo trapo //por favor, no son ni las 8, en este pueblo abren los sitios a las 9, acaban de poner las calles// y hemos contado hasta 7 bomberos buscándolo... ni olía a quemado ni humo... 

Para no irritarnos demasiado, pues yo me empezaba a temer que fuese un simulacro y entonces mi reacción habría sido un tanto.... ******* hemos preferido reparar un poco en lo absurdo de la situación, haciéndonos especial gracia los camiones de bomberos, con todas esas lucecitas, campanitas, escaleras... mucho mejor que el de los playmobil!!! Y los oficiales, que sólo les faltaba ir maquillados, a los que no he retratado con mi arcaico dispositivo por respeto.

Siguiendo nuestras preguntas, le pregunto al adjunto alemán que cómo han bajado, me dice que también les ha despertado un bombero ¿Nos ha despertado un bombero? Yo pensaba que mi compi les había abierto la puerta, o ella ya estaba fuera, pero no! Ellos han entrado... ¿cómo? espera... que los bomberos entran a tu casa. Pues resulta que en este pueblecito, a parte de tener webcams por las calles conectadas con internet para que veas lo que sucede cuando quieras, hay unos cajetines en los portales que sólo los bomberos pueden abrir (o eso quiero pensar) con las llaves de todos los apartamentos. Bueno, está muy bien por nuestra seguridad, pero... no sé... a mi esto me pilla un poco grande todavía... Yo estaba soñando felizmente y una mano gigante con un guante amarillo me ha tocado el hombro para invitarme a salir de mi casa.

A todo esto, entre legañas y preguntas, la lugareña que regenta el comercio que linda directamente con nuestro portal ha salido (un poco pasadas las 8 de la mañana) con una bandejita de brownies ofreciéndonos una porción a cada uno de nosotros y, para nuestra sorpresa, también a los bomberos. Yo esperaba un "no gracias, estamos de servicio" pero se han unido al improvisado desayuno. 

La verdad es que se ha agradecido porque un poco de azúcar ha acelerado nuestro temprano proceso de activación cerebral y ahí ya éramos totalmente consciente de lo surrealista de la situación.

Cuando el encargado del edificio ha llegado, nuestro ya amigo Brad y no tan casualmente marido de la mujer que nos ha sacado los brownies, ha chequeado que todos los inquilinos estábamos en perfectas condiciones y ha dialogado unos minutos con los bomberos quienes, tras apagar la alarma (por fin!!!) nos han confirmado que estaba todo resuelto y que podíamos volver a nuestros apartamentos...

No nos podíamos quedar con la curiosidad, la llamada de los bomberos ha sido debida a que ha entrado polvo en uno de los detectores de huno colapsándolo y han saltado los rociadores en cierto habitáculo del cine.

Y digo yo... ¿no sería mejor mantener las instalaciones limpias? Porque miedo me da como pase eso en nuestro piso y empiece a salir agua por esos rociadores alimentados por tuberías por las que no ha pasado agua desde que construyeran el cine. Puede salir de todo menos agua.