Relato #2

Prólogo al relato #2

Este relato es el reflejo más tangente que he tenido en toda mi vida de lo es realmente el choque cultural. Los protagonistas; una joven española camuflada bajo el nombre de Antonia muy aventurera e independiente desde el día que nació a la que no se le ha coartado ninguna decisión desde que cumpliera los 21 años y un egipcio camuflado bajo el nombre de Abdul-Salam, que no salió de su país hasta unos días antes de lo relatado, perteneciente a una familia musulmana ortodoxa que hace de su religión su vida y al que, en contraposición, se le han impuesto unos modelos sociales determinados, comparten una conversación que resume todas las diferencias entre ambas culturas. 
Esta es una visión objetiva de mi experiencia personal tratada con interés literario y por puro divertimento. Espero que nadie se sienta ofendido y, en cambio, que todos los potenciales lectores disfruten con esta lectura que a través de mi blog regalo, tan real como la vida misma.

El cuestionario árabe

En una de mis frecuentes visitas al gimnasio donde acudo con asiduidad para evitar que las dosis de jarabe de maíz que me cuelan a diario en los menús de la cafetería de la universidad no hagan excesiva mella en mi historial sanitario, me encontré a quien ocultaré bajo el nombre de Adbul-Salam, último componente del departamento de lenguas extranjeras.

Adbul-Salam aterrizó unos días antes de este señalado encontronazo que hoy relato en Arizona con el objetivo de hacer un curso de adaptación cultural de una semana y después se mudó a vivir a este entrañable pueblo de 100 habitantes de los cuales unos 30 cuentan por dos.

Destaco que Abdul-Salam hiciera un curso de adaptación cultural porque, de no haberlo hecho, veo muy probable que mi vida y la de otras muchas mujeres que se pasean por el campus corriera grave peligro, pero no adelantemos acontecimientos y cuando termine este prometedor relato tendréis vuestro juicio.

Pues salía yo felizmente del gimnasio con mi pintillas habituales de cultureta arquitectónica (diadema rosa fosforita, vestido negro, medias rosas fosforitas a juego con la diadema of course y calzado negro) en resumen, lo suficientemente distraída como para que Adbul-Salam a su paso por la puerta por donde yo salía me dirigiese unas amables palabras:

- Hola Antonia, disculpa, ¿puedo caminar contigo?

- Hola Abdul, por supuesto, voy hacia casa dando un paseo

- Ok, pues espera un segundo que voy al excusado... me puedes sujetar ésto un segundo

Cara de póker inédita a ver que con ésto se refería a un folio doblado por la mitad. ¿un folio? ¿en serio? ¿que te sujete un folio por que vas al baño? Espera que no me creo lo que está pasando...

-Sí... ehm... claro...

Giró sobre sus rollizos tobillos equipados con tan recurridos calcetines y chanclas mientras mi nivel de alucine se relajaba, pues iba a venir caminando conmigo hacia casa y esto no había hecho más que empezar, pensé que lo mejor era tomarse todo con humor, es algo que he aprendido en España.

El señalado egipcio volvió del servicio y le devolví amablemente su hoja doblada y emprendimos camino. No tardó ni 4 pasos en pararse y re-emprender la conversación con una detreza para mí hasta entonces desconocida.

-Disculpa que te haga una sugerencia ¿Te importaría guardar ésto en tu mochila?

Tuve que hacer un esfuerzo para que los ojos no se me salieran de las órbitas, pues lo que para mí era una situación que a parte de rozar el surrealismo empezaba a resultarme embarazosa, y no llevábamos ni 2 minutos compartiendo espacio y tiempo, para él parecía para lo más normal... Quería que le llevara la dichosa hoja en la mochila, y hablaba totalmente en serio. Guau! Me río yo del surrealismo de Dalí

- Bueno, verás, es que llevo la toalla del gimnasio mojada dentro (mentira) y se puede mojar... te lo puedo llevar yo si te molesta llevarlo. Cogiéndoselo de las manos para que viera con sus ojos el esfuerzo que suponía llevar una mierd* de papel doblado, que no llegaría a los 80 gramos, en la mano.

- Ah, no no no no no, así está bien.

Con una amplia sonrisa, para cortar lo que acababa de suceder (para mí un tanto violento, para él, ni idea) le pregunté hacia dónde se dirigía a lo que me contestó así como dubitativo que iba a ver a una persona en nuestra calle para hacer algo que no entendí muy bien pero no dejé de caminar y que me acompañara donde fuera...

Cargao con su folio de 80 gramos y arrastrando los pies, vino junto a mi entablando una conversación que se podría resumir de la siguiente manera...

- Entonces, ¿tú eres también profesora aquí? - Sí, claro, como tú, he venido a hacer una estancia de un añ.. -Pero, una pregunta, ¿a ti te pagan por trabajar aquí? -Bueno Abdul-Salam, sí, a mi me pagan como a ti -¿Como a mí? pues, permíteme que haga una pregunta, ¿cuánto te pagan? si no es indiscrección... -Pues todavía no nos ha llegado el primer sueldo pero creo recodar que eran unos mil dóla... - Pero, permíteme que te pregunte ¿tú, en tú país, qué hacías? -Bueno, yo hacía arquitectura, aunque los últimos años he estado en Finladia trab... - ¿Pero tú has estudiado arquitectura? - Sí, bueno, empecé arquitectura y ahora estoy con el proy... - Pero, perdóname que te pregunte, si has estudiado arquitectura, ¿qué haces dando clase? -Bueno, a mí siempre me interesó la docencia, por eso hice la entrevista para venir a Colga... - Pero una cosa, ¿trabajabas en Finlandia? ¿y porqué has venido aquí? - Pues el trabajo de allí no era muy seguro y como quiero abrir un estudio de arquitectura con mi novi... - Ah! pero que tienes novio!!! Uy, es que en mi país somos diferentes y no tenemos novios de esos... aquí todos tienen novio y hacen cosas!! Oye, pero... y si tienes novio, ¿dónde está tu novio? -Como te decía mi novio está en Helsinki trabaj... -Pero, permítame que te diga, si tu novio está en Helsinki tú no deberías estar aquí, ¿por qué te has venido y le has dejado solo? -Bueno, eso es una decisión que he tomado yo para poder ganar algo de dinero y así en un fut... -Pero, una cosa  ¿ganar dinero? si dices que tu novio trabaja ¿por qué no te vas allí con él?... 

Cualquier persona que me conozca bien sabe que la paciencia es una de mis cualidades, siendo extremadamente difícil romper mi paz interior, pero mi querido Abdul-Salam se lo había currado tanto que no pude seguir contestando y, mientras seguíamos caminando, me agarré la mochila con ambas manos e hice la que, muy probablemente, haya sido la inspiración más profunda que mis pulmones han experimentado hasta día de hoy.

-Pues no sé Abdul, ¿a lo mejor porque hago lo que me da la gana?

Llegado este punto de la conversación, le miré, viendo que no dejaba de mirarme las rodillas. Seguíamos caminando en silencio, le pregunté qué había estudiado él, me dijo que filología inglesa y, al recibir su respuesta le volví a mirar, descubriendo que seguía mirándome las rodillas.

Pensé que a lo mejor tenía las típicas pelotillas que te salen en las medias cuando te rozas con la cremallera, y miré yo también... No... no sé... a lo mejor era la primera vez que tenía una rodilla así de cerca... era un poco enigmático, para qué nos vamos a engañar...

Le pregunté que qué tal estaba su casa, me dijo que mal porque vivía solo y estaba triste vaya hombre...con estos cuestionarios que te marcas no va a ir la cosa a mejor! le volví a mirar y qué cosas, otra vez con sus ojos pegados a mis rodillas! 
Bueno, pensé, esto debe ser para él como mirarle a las tetas a una tía... 

- ¿Le pasa algo a mis rodillas? -No, ya me voy, adiós. -¿Que te vas? (qué carajo, este tío es más raro que un perro verde) ¿Pero no ibas a la calle Lebanon a hacer algo? -No, me lo he inventado para poder tener una conversación contigo Póker face edición limitada, no entiendo nada -Pues nada, hasta luego! 

-Oye, ¿pero un día puedo ir a vuestra casa? -Bueno...si hacemos una cena o algo todos juntos te mandamos un mail y te vienes -No, pero yo no quiero ver a los chicos, son muy raros conmigo y no me hablan, yo quiero ir con Bagette, con Panini y contigo. -eehmmm... bueno, yo te aviso si hacemos algo... -Entonces puedo ir a vuestra casa, pero no yo no voy a dormir contigo eh! (POR SUPUESTO QUE NO VAS A DORMIR CONMIGO, VAMOS!!!) -hahaha, sii... ya... es una broma... ya.... bueno...ehmm... yo te aviso... hasta luego.... -Adiós

Continué mi camino hacia casa con una ensalada cerebral que no había por dónde cogerla... Me iba diciendo... A partir de ahora cerramos siempre con llave, aunque estemos dentro de casa, a mi este tío se me presenta un día en casa y me da un infarto, metro ochenta por metro veinte por cero setenta, he visto armarios más pequeños, me sorprende en pijama y me tiro por la ventana del sustaco. En unos minutos llegué a casa. Qué gracioso este cuerpo humano tan inteligente que tenemos que cuando te entra el miedo sin darte ni cuenta metes el turbo y te pones a salvo.