Y es que esta mañana, cuando he hecho el chequeo habitual del correo, por si alguno de mis seres queridos decidía hacer mi día más ameno enviándome una cartita o postal (no pierdo la esperanza) me sorprende, junto a mi habitual revista del New Yorker, un sobrecito dirigido a mí, escrito a ordenador y cuando miro el remitente... Barak Obama!
Ya sabía yo que esto iba del tirón al blog...